lunes, 8 de noviembre de 2010

Aventura8: El caballero de la blanca luna.

Que trata de la aventura que mas pesadumbre dio don Quijote de cuantas hasta entonces le habían sucedido y de como don Quijote cayo malo y del testamento que hizo y su muerte.
Y una mañana, saliendo don Quijote a pasear por la playa armado de todas sus armas, vio venir hacia el a un caballero, armado asimismo de punta blanco, que en el escudo traía pintada una luna resplandeciente.
Y don Quijote, encomendándose al cielo de todo corazón y a su Dulcinea, como tenia de costumbre al comenzar de las batallas que se le ofrecieran, torno a tomar otro poco mas del campo, porque vio que su contrario hacia lo mismo; y sin tocar trompeta ni otro instrumento bélico que les diese la señal de arremeter, volvieron entre ambos a un mismo punto las riendas a sus caballos, y como era mas ligero es de la Blanca Luna, llego a don Quijote a dos tercios andados de la carrera, y allí le encontró con tan poderosa fuerza, sin tocarle con la lanza, que dio con Rocinante y don don Quijote por el suelo una peligrosa caída.
Don Quijote respondió que como le pidiese cosa que fuese en perjuicio de Dulcinea, todo lo demás cumpliría como el caballero puntual y verdadero. Con esto se partieron los dos, y don Quijote y Sancho después, como se ha dicho: don Quijote, desarmado y de camino; Sancho, a pie, por ir del rucio cargado con las armas. Después de días de caminar, subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea.
Ya fuese de la melancolía que le causaba el verse vencido o ya por la disposición del cielo, que así lo ordenaba, a don Quijote de le arraigo una calentura que le tuvo 6 días en la cama, en los cuales fue visitado muchas veces del cura, del bachiller y del barbero, sus amigos, sin quitarse le de la cabecera Sancho Panza, su buen escudero.
Llamaron sus amigos al medico, tomole el pulso, y no le contento mucho y dijo que, por si o por no, atendiese a la salud de su alma, porque la de su cuerpo corría peligro. Oyolo don Quijote con aniño sosegado, pero no lo oyeron asu su ama, su sobrina y su escudero, los cuales comenzaron a llorar tierna mente, como si ya tuvieran muerto delante.
Mirarose unos a otros, admirados de las razones de don Quijote , y, aunque en duda, le quisieron creer; y una de las señales por donde conjeturaron se moría fue el haber vuelto con tanta facilidad de loco a cuerdo, porque a las ya dichas razones añadió otras muchas tan bien dichas, tan cristianas y con tanto concierto, que del todo les vino a quitar la duda, y a creer que estaba cuerdo.
Hizo salir la gente el cura, y quedose solo con el y confesole.
En fin, llego el ultimo de don quijote, después de recibidos todos los sacramentos y después de haber abominado con muchas y eficaces razones de los libros de caballerías que algún caballero andante hubiese muerto en su lecho tan sosegadamente y tan cristiano como don Quijote; el cual, entre compasiones y lagrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu quiero decir, se murió.
Viendo lo cual era el cura, le pidió al escribano le diese por testimonio como Alonso Quijano el Bueno, llamado comúnmente "don Quijote de la Mancha", había pasado desta presente vida y muerto naturalmente.

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